¡Vaya alboroto que ha habido en la clase! Blanquita, nuestra mascota, ha llegado, y todos querían tocarla, cogerla, acariciarla...
Los niños la han acogido enseguida como a uno más de la clase, pero a uno muy especial, peluda, chiquitita y que le encanta que la acaricien.
El encargado del día, el niño o niña responsable de las rutinas diarias de la clase, es quien se ocupa de ponerle la comida y el agua, y también, si alguno trae fruta o verdura, le puede dar un poco a Blanquita.
Blanquita es también una viajera incansable. Cada fin de semana se ira con uno de los niños para visitar su casa, y así la miméis y cuidéis, y conocerla un poco mejor. ¡Y no olvidéis traerla de vuelta el lunes!
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